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TEMA: “La mayor ganancia” (2a Parte)
TEXTO: San Mateo 16:26
INTRODUCCIÓN:
Este texto bíblico es una palabra bien reveladora. Son palabras de nuestro Señor que nos hacen reflexionar en relación a nuestra vida terrenal y a la celestial.
También nos hacen meditar en el valor que tienen nuestras decisiones presentes para los resultados futuros. Lo primero que estudiamos en la reflexión anterior fue “El querer ganar el mundo” vimos el ejemplo que Jesús dio de dos hombres que enfocaron todo su esfuerzo en la obtención de bienes materiales y financieros sin tomar en cuenta su vida espiritual.
El resultado para los dos fue desastroso, el primero murió y no disfruto, el otro murió y sufrió en el más allá. Es por eso que frente a esta realidad podemos ver la segunda verdad que encierra esta porción:
1. LA PÉRDIDA DEL ALMA.
1.1. Somos seres tripartitos, o sea que tenemos tres partes fundamentales:
El cuerpo: el cual es el depósito fisico que Dios os ha dado
El espíritu: que es la parte más interna de nuestro ser que nos une a Dios, es la vida de Dios en mi ser, su aliento dentro de mi.
El alma: que es lo que pienso (mente) lo que siento (emociones) y lo que hago (voluntad)
1.2. El alma es la parte que necesita la transformación y el cambio. Lo que pensamos, sentimos y decidimos necesita cada día la renovación de Dios.
1.3. Al igual que el cuerpo físico necesita alimento para tener vida, de la misma manera el alma necesita ser alimentada.
1.4. La clase de alimento que le de será la que determinará su estado. El alma se alimenta por la vista y el oído. Lo que yo veo y oigo determina lo que reinará en mi alma.
1.5. Cuando una persona se dedica solo a la búsqueda de lo material y descuida su alma tendrá la mayor de las perdidas en la vida: la del alma.
1.6. El alimento dañino del alma es: programas de violencia, de inmoralidad, canciones del mundo que desaniman. ¡Esto debilita el alma!
1.7. El alimento positivo del alma: La palabra, la oración, la alabanza.
1.8. Dime lo que oyes y te diré que harás.
1.9. Dime que ves y te diré lo que serás.
CONCLUSIÓN:
¿Cuál es la mayor ganancia que estas buscando?
www.destellodesugloria.org
TEXTO: San Mateo 16:26
INTRODUCCIÓN:Este texto bíblico es una palabra bien reveladora. Son palabras de nuestro Señor que nos hacen reflexionar en relación a nuestra vida terrenal y a la celestial.
También nos hacen meditar en el valor que tienen nuestras decisiones presentes para los resultados futuros. Lo primero que estudiamos en la reflexión anterior fue “El querer ganar el mundo” vimos el ejemplo que Jesús dio de dos hombres que enfocaron todo su esfuerzo en la obtención de bienes materiales y financieros sin tomar en cuenta su vida espiritual.
El resultado para los dos fue desastroso, el primero murió y no disfruto, el otro murió y sufrió en el más allá. Es por eso que frente a esta realidad podemos ver la segunda verdad que encierra esta porción:
1. LA PÉRDIDA DEL ALMA.
1.1. Somos seres tripartitos, o sea que tenemos tres partes fundamentales:
El cuerpo: el cual es el depósito fisico que Dios os ha dado
El espíritu: que es la parte más interna de nuestro ser que nos une a Dios, es la vida de Dios en mi ser, su aliento dentro de mi.
El alma: que es lo que pienso (mente) lo que siento (emociones) y lo que hago (voluntad)
1.2. El alma es la parte que necesita la transformación y el cambio. Lo que pensamos, sentimos y decidimos necesita cada día la renovación de Dios.
1.3. Al igual que el cuerpo físico necesita alimento para tener vida, de la misma manera el alma necesita ser alimentada.
1.4. La clase de alimento que le de será la que determinará su estado. El alma se alimenta por la vista y el oído. Lo que yo veo y oigo determina lo que reinará en mi alma.
1.5. Cuando una persona se dedica solo a la búsqueda de lo material y descuida su alma tendrá la mayor de las perdidas en la vida: la del alma.
1.6. El alimento dañino del alma es: programas de violencia, de inmoralidad, canciones del mundo que desaniman. ¡Esto debilita el alma!
1.7. El alimento positivo del alma: La palabra, la oración, la alabanza.
1.8. Dime lo que oyes y te diré que harás.
1.9. Dime que ves y te diré lo que serás.
CONCLUSIÓN:
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