Categoria :
TEMA: “La Mayor Ganancia” (1ª Parte)
TEXTO: San Mateo 16:26
INTRODUCCIÓN:
NADIE EN LA VIDA QUIERE PERDER, considero que todos en la vida anhelan obtener ganancias, de lo que hacemos diariamente. Enviamos a nuestros hijos a estudiar para que ganen conocimientos y habilidades.
Buscamos un empleo para poder obtener utilidades financieras, invertimos dinero en algún negocio esperando obtener ganancia. Creo que todo lo que hacemos en la vida lo realizamos esperando una GANANCIA.
Ahora bien, es una lástima que pocos a veces nos detenemos a pensar en una clase de ganancia que es más permanente y es la espiritual, la eterna, la celestial, frente a esto fué que Jesús dijo:
“¿QUÉ APROVECHARÁ AL HOMBRE, SI GANARE TODO EL MUNDO Y PERDIERE SU ALMA?”
TRES VERDADES VEMOS EXPLICITAS EN ESTE VERSÍCULO:
I. QUERER GANAR EL MUNDO
1.1 Mucha gente hoy, vive afanado, ansiosa y turbada tratando de ganar lo material y lo financiero
1.2 ¿Será malo anhelar ganancias financieras?
Considero que de ninguna manera, siempre y cuando ésta búsqueda no me desvíe de la verdadera ganancia de la vida.
1.3 LA HISTORIA DEL HOMBRE RICO: (Lucas 12:16 )
1.3.1 Un hombre productivo (V. 16 )
1.3.2 Un hombre proyectivo (V. 17 )
1.3.3 Un hombre visionario (V. 18 )
1.3.4 Un hombre activo (V. 18 )
1.3.5 Un hombre prevenido (V 19 )
1.3.6 Un hombre NECIO (V. 20 )
Esta historia revela de manera sencilla la insensatez de hacer aun lado las cosas prioritarias de carácter espiritual por la de carácter material.
¿De qué le sirvió el dinero cuando murió? Talvez para una buen sepelio, si pero para él
¿En qué le sirvió?
¿Para qué le serviría en el mas allá?
1.4 Otra historia que revela la insensatez del descuido espiritual es la del rico y Lázaro.
Podemos decir de manera resumida que mientras tuvo vida solo le dió tiempo al placer terrenal pero se olvido de Dios.
Al otro lado de la vida humana se dio cuenta de su limitación, vacío y pobreza espiritual.
CONCLUSIÓN:
Estos dos hombres GANARON lo temporal , pero pedieron lo eterno. ¿CUÁL ES TU GANANCIA?
TEXTO: San Mateo 16:26
INTRODUCCIÓN:NADIE EN LA VIDA QUIERE PERDER, considero que todos en la vida anhelan obtener ganancias, de lo que hacemos diariamente. Enviamos a nuestros hijos a estudiar para que ganen conocimientos y habilidades.
Buscamos un empleo para poder obtener utilidades financieras, invertimos dinero en algún negocio esperando obtener ganancia. Creo que todo lo que hacemos en la vida lo realizamos esperando una GANANCIA.
Ahora bien, es una lástima que pocos a veces nos detenemos a pensar en una clase de ganancia que es más permanente y es la espiritual, la eterna, la celestial, frente a esto fué que Jesús dijo:
“¿QUÉ APROVECHARÁ AL HOMBRE, SI GANARE TODO EL MUNDO Y PERDIERE SU ALMA?”
TRES VERDADES VEMOS EXPLICITAS EN ESTE VERSÍCULO:
I. QUERER GANAR EL MUNDO
1.1 Mucha gente hoy, vive afanado, ansiosa y turbada tratando de ganar lo material y lo financiero
1.2 ¿Será malo anhelar ganancias financieras?
Considero que de ninguna manera, siempre y cuando ésta búsqueda no me desvíe de la verdadera ganancia de la vida.
1.3 LA HISTORIA DEL HOMBRE RICO: (Lucas 12:16 )
1.3.1 Un hombre productivo (V. 16 )
1.3.2 Un hombre proyectivo (V. 17 )
1.3.3 Un hombre visionario (V. 18 )
1.3.4 Un hombre activo (V. 18 )
1.3.5 Un hombre prevenido (V 19 )
1.3.6 Un hombre NECIO (V. 20 )
Esta historia revela de manera sencilla la insensatez de hacer aun lado las cosas prioritarias de carácter espiritual por la de carácter material.
¿De qué le sirvió el dinero cuando murió? Talvez para una buen sepelio, si pero para él
¿En qué le sirvió?
¿Para qué le serviría en el mas allá?
1.4 Otra historia que revela la insensatez del descuido espiritual es la del rico y Lázaro.
Podemos decir de manera resumida que mientras tuvo vida solo le dió tiempo al placer terrenal pero se olvido de Dios.
Al otro lado de la vida humana se dio cuenta de su limitación, vacío y pobreza espiritual.
CONCLUSIÓN:
Estos dos hombres GANARON lo temporal , pero pedieron lo eterno. ¿CUÁL ES TU GANANCIA?
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por Comentar, que ¡Dios te Bendiga!