Tema: “Madres usadas por Dios” – Parte I
Texto: Éxodo 2:3
“Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río”.
Debido a que estamos a las puertas del día de la Madre, esta semana utilizare algunos días para hablar de madres que fueron utilizadas por Dios para cumplir sus propósitos en los hijos de ellas.
Jocabed la Madre de Moisés.
Los Padres de Moisés son mencionados en Éxodo 6:20, pero en especial Jocabed tuvo un papel importante para que el propósito de Dios se cumpliera en Moisés.
Nació en un periodo en donde Faraón ordeno que echaran al río a todo hijo que naciera si este fuera varón, (Éxodo 1: 22) esto debido al temor que tenían los egipcios por el crecimiento acelerado de la cantidad de israelitas en Egipto, puesto que los egipcios temían que los israelitas se levantaran en contra de ellos, pues se estaban constituyendo un pueblo fuerte. (Éxodo 1: 9, 10)
Pero Dios tenía un propósito para la vida de Moisés y cuando esto ocurre, Dios usa a personas para que sus propósitos se cumplan. En este caso Dios uso a la Madre de Moisés, es decir a Jocabed.
Jocabed era una mujer como todas, con amor hacia sus hijos, dispuesta a cualquier cosa para preservar la vida de su pequeño hijo. Su nuevo hijo era hermoso (Éxodo 2: 2), pero mas allá de su aspecto físico el amor de una madre no podía concebir la idea de permitir que se llevaran a su pequeño y lo mataran, por esa razón Jocabed escondió a su hijo por tres meses (Éxodo 2:2).
Vayamos un poco mas allá del texto e imaginemos por un momento lo difícil que tuvo que haber sido esos tres meses en donde no podía dar a conocer que tenia a un bebe consigo, pues corría el riesgo de que alguien reportara que era varón y con ello lo echaran al río para que muriese.
La verdad es que una madre esta dispuesta a correr cualquier riesgo por amor a su hijo, yo me imagino lo difícil que era para ella esconderlo por tanto tiempo (Éxodo 2: 3), pero las cosas se complicaron y pudo esconderlo mas, lo mas fácil era entregarse y permitir que su hijo sufriera el mismo final de todos aquellos niños varones que nacieron en esa época, pero su Madre no estaba dispuesta a que esto ocurriese pese a que no podía esconderlo mas, por lo que hizo hasta lo imposible por tratar de preservar su vida, sin saber que estaba preservando la vida del que seria el libertador del pueblo de Israel, un caudillo al que Dios utilizaría para dicho fin.
La mayoría de madres no se dan cuenta de la importancia que tienen para que los propósitos de Dios se cumplan en las vidas de sus hijos y no las culpo. Ellas tratan con todo amor de criar a sus hijos, de educarlos lo mejor que pueden para que sean hombres y mujeres de provecho, pero llega un momento en donde todo ese sacrificio y esa dedicación tiene su premio, pues tu nunca sabes si en tus brazos tienes al próximo caudillo que Dios utilizara para un fin.
El amor desmedido de Jocabed por su hijo fue el arma que Dios utilizo para proteger la vida de Moisés, Jocabed tuvo su premio, puesto que a pesar que la hija de Faraón tomo posesión de Moisés, Jocabed estuvo cerca de el por mucho tiempo, amamantándolo y criándolo (Éxodo 2: 8-10).
Sin dudas las Madres juegan un papel fundamental para que los propósitos de Dios se cumplan en la vida de sus hijos, si Jocabed no hubiera tenido el valor de preservar la vida de Moisés, de ingeniárselas para que la hija de Faraón lo adoptara y mas aun de criarlo durante sus primeros años de vida, Moisés nunca hubiera sido el caudillo de Israel y ni siquiera existiera en los párrafos de la historia de Israel.
Toda madre influye directa o indirectamente para que los planes de Dios se cumplan en sus tan queridos hijos, por esa razón cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de honrar a nuestras madres, de obedecerlas y de bendecirlas, puesto que ellas han dedicado los primeros años de vida para cuidarnos y protegernos, sin que eso hubiera pasado no pudiéramos estar acá, ni escribiendo, ni leyendo. Tal vez tu digas: “Yo no tuve una mama cerca”, y quizá así lo quiso Dios, pero alguien tuvo que fungir con esa función ya sea tu padre, tu tía, tu abuela o alguien a quien Dios envió para que te cuidara y te protegiera y ahora estés gozando de una vida llena de bendiciones de parte de Dios.
Amados hermanos, no utilicemos un día en especial para decirle a nuestra madre lo mucho que la amamos, que cada día con nuestras acciones podamos demostrarle la importancia que han tenido para que nosotros estemos donde estamos, pues Dios ha sido quien las a utilizado hasta aquí.
Jocabed la madre que por amor a su hijo estuvo dispuesta a ingeniárselas para que sobreviviera y con ello llegara a ser uno de los grandes de la Historia.
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para: www.devocionaldiario.com
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