TEXTO: ISAÍAS 6:5-7
INTRODUCCIÓN:
Las reflexiones van encaminadas a mostrarnos el camino para llevarnos a ella. Para eso hemos retomado la experiencia de Isaías, un hombre que se impregnó de la compasión de Dios para predicarle a Israel por cuarenta años.
¿Qué lo condujo a llenarse de la compasión de Dios?
• Lo primero que lo ayudó fue: Que en medio de la crisis buscó a Dios de todo corazón
• Lo segundo que lo condujo a la compasión fue: “Haber tenido una visión clara de Dios”
Hoy veremos lo siguiente:
I. UNA VISIÓN DE NOSOTROS MISMOS (Is. 6: 5-7)
A. Frente a la visión de la grandeza de Dios. Isaías vio su propia condición.
B. Experimentó dolor al ver su situación. ¡Ay de mi! (v.5).
C. Reconoció y confesó su situación (v.5)
“…que soy hombre muerto porque siendo hombre inmundo de labios… han visto mis ojos al Rey (v.5).
D. El Señor impulso a serafín para purificar sus labios (v.6).
E. Su reconocimiento y confesión lo condujo a la restauración. (v.7).
F. Creo con toda seguridad que ésta experiencia sensibilizó el corazón del profeta.
G. La sensibilización de nuestro corazón nos preparará la compasión.
CONCLUSIÓN:
Amados hermanos les animo a que con todas nuestras fuerzas busquemos al Señor, procuremos tener una visión clara de Él y que todo nos conduzca a tener una visión de nuestra propia condición, reconociendo que eso nos traerá restauración y preparara para la compasión.
Publicado por: www.destellodesugloria.org
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