Diez mandatos que te garantizan el éxito (Parte Final)

Tema: "Diez mandatos que te garantizan el éxito” (Parte Final)
Texto: Éxodo 20:16-17

INTRODUCCIÓN:

Este día concluiremos el tema que hemos estado meditando d, espero que cada uno de estos mandatos sean parte vital en nuestra vida, de esta forma solidificaremos nuestra vida en todas las áreas.

Hoy vamos a reflexionar en los últimos dos mandatos, los cuales también tienen que ver con nuestra relación horizontal.

Este primer mandamiento tiene que ver con:

I. EL RESPETO DE LA REPUTACIÓN AJENA. (V. 16)
A. Este mandamiento tiene relación con el buen nombre de las personas.

B. Prohíbe:

1. Hablar falsamente en cualquier materia, mentir y planear de cualquier forma el engaño al prójimo.
2. Hablar injustamente de nuestro prójimo, con perjuicio de su reputación.
3. Dar falso testimonio contra él, culpándole de cosas que ignora, difamándole, calumniándole, contando chismes de él, exagerando lo mal hecho y poniéndolo peor de lo que está y cualquier modo de esforzarse en aumentar la propia reputación a costa de la del prójimo.

C. Podemos resumir que este mandamiento tiene un doble enfoque: Engañara nuestro prójimo con un falso testimonio, dañar su reputación con mentiras.

D. Este pecado está dentro de las siete cosas que aborrece Dios (Prov. 6:19)
Frente a este mandato debemos ser muy cuidadosos en todo lo que hablamos de los demás. El décimo mandamiento:

Il. ATACA DE RAÍZ LA CODICIA. (V. 17)
A. Los mandamientos anteriores prohibían implícitamente (en su expresión interna) todo el deseo de hacer lo que podría ser perjudicial para nuestro prójimo.
Este prohíbe todo deseo desordenado y desenfrenado de poseer lo que es de nuestro prójimo.

B. Esta codicia tiene que ver con personas, animales y cosas.

C. La codicia va de la mano de la envidia y del celo.

Todo esto nos advierte a tener sumo cuidado de nuestros deseos interiores.


¿Qué conclusiones podemos sacar de este tema?

1. Dios nos presenta el camino a seguir para tener éxito en todo.
2. El secreto del éxito radica en nuestra relación con Dios y nuestro prójimo.
3. El amor a nuestro prójimo brotará de nuestro amor a Dios. "Amarás al Señor tu Dios... y a tu prójimo...

Jesús vino para ayudarnos a cumplir esta Palabra.