Aún es tiempo
Desde su concepción Sansón era un milagro de Dios, hijo de una mujer que era estéril pero que por gracia de Dios se le concedió el privilegio de ser madre. Un ángel se le apareció para y le dio la noticia y junto con la noticia las instrucciones que tenía que seguir para ese bebe que llevaría en su vientre y al cual cuidaría.
La instrucción fue clara: “Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció a la esposa de Manoa y le dijo: «Aunque no has podido tener hijos, pronto quedarás embarazada y darás a luz un hijo varón. Así que ten cuidado; no debes beber vino ni ninguna otra bebida alcohólica ni comer ninguno de los alimentos prohibidos. Quedarás embarazada y darás a luz un hijo, a quien jamás se le debe cortar el cabello. Pues él será consagrado a Dios como nazareo desde su nacimiento. Él comenzará a rescatar a Israel de manos de los filisteos».” Jueces 13:3-5 (Nueva Traducción Viviente)
Sansón creció y se convirtió en un hombre al cual Dios uso para liberar a su pueblo de la esclavitud de pueblos paganos. Fue así como Dios comenzó a cumplir el propósito por el cual Sansón nació.